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Sube al momento en el qué estás. Tu camino es como un scrapbook, un puñado de páginas a revisitar, decisiones tomadas, aciertos inadvertidos y afortunados errores. ¿Qué factores te han llevado hasta dónde estás?

Bitácoras en Órbita te permite navegar por un collage de impresiones que diez profesionales de la educación han recogido a lo largo de un año en sus cuadernos de campo.

Su viaje es un itinerario circular e infinito, que te animamos a seguir a tu gusto para que te pierdas en las diferentes etapas que conforman el paisaje del empoderamiento.

Bitácoras en órbita
El empoderamiento es un trayecto continuo e infinito. El círculo que verás a continuación quiere ser su representación. En él se alojan, en forma de circunferencias de colores, las diferentes etapas del proceso de empoderamiento que diez profesionales de la educación han ido definiendo con sus reflexiones. Al seleccionarlas, podrás ver en qué etapa remiten y descubrirás los materiales elaborados para describirla.

Los diferentes colores responden a tres tipos de recursos:
Las circunferencias verdes contienen páginas de cuadernos de campo.
Las de color naranja, piezas audiovisuales sobre temas específicos, registradas por los mismos educadores.
Las de color amarillo contienen fragmentos de cuatro focus group donde los participantes compartieron experiencias.

A través de estos materiales, podrás profundizar en el significado de un término abstracto y poliédrico como es el del empoderamiento juvenil; circulando por sus etapas, desde la reflexión previa hasta la evaluación de los resultados.

En el menú de la parte superior derecha, podrás conocer más sobre el proyecto y también acceder a un archivo de los materiales, donde podrás filtrarlos por conceptos e intereses determinados.
Esta página se ha elaborado siguiendo las recomendaciones de utilización de lenguaje no sexista. Por ello, en la medida de lo posible, se han utilizado expresiones genéricas que incluyen la diversidad de géneros. Para aquellas situaciones en las que esto es complejo, se ha utilizado la forma normativa del masculino genérico propia de la lengua castellana. A no ser que se especifique lo contrario, se debe tener en cuenta que esta forma engloba tanto el masculino como el femenino.
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"Mi nombre es Rafa Cortés. Trabajo con jóvenes desde que era joven, hace más de veinte años. Siempre he estado vinculado en el ámbito de la educación y el asociacionismo y, desde hace 8 años, también en el ámbito de la psicoterapia. Actualmente trabajo como terapeuta especializado en juventud y como formador en la associació Axioma, de la que soy miembro fundador, y en la escuela de educación en el ocio Escola Lliure el Sol.

Soy licenciado en sociología por la UAB, tengo el Máster de Juventud y Sociedad de la UdG y formación en Axiometría con Janine Rodiles, Constelaciones Familiares con Marta Albadalejo Mur, Musicoterapia con Jordi Delclós y Teatro-Clown con Pau Rosell. Me llena poder acompañar a las personas jóvenes en sus procesos de crecimiento y sanación."

29 de noviembre 2018
Barcelona. Vendavales de otoño.

 

Ayer estuve con la joven de la que te hablé en la carta del 5 de noviembre donde te explicaba que ella sentía miedo ante dos proyectos profesionales a los que estaba a punto de lanzarse. Trabajamos a través de una visualización ese miedo que sentía y ella acabó la sesión sintiéndose más segura, más valiente, con ganas de lanzarse a la piscina.

Bien, ayer, cuando nos encontramos para realizar la sesión, estaba llorando y, en palabras suyas, “con mareos, nauseas e inmersa en una fuerte neurosis”. Mi primera reacción fue de sorpresa y vértigo “pero ¿qué ha pasado ahora?”,

me pregunté y le pregunté. Me explicó que la semana pasada había recibido la visita de una muy amiga suya que alteró sus planes de vida. Y le digo:

“La imagen que me está viniendo es la siguiente; hace tres semanas estabas enfocada construyendo tu centro (pareja, lugar de residencia y especialmente, futuro laboral) y ha venido un vendaval (la visita de tu amiga íntima) que ha puesto patas arriba todo lo que estabas trabajando; ¿Dónde quedan los trabajos de los que me hablaste hace tres semanas? ¿Dónde queda la relación con tu pareja de la que me decías que estabas contenta y en la que os estabais centrando los dos para irla mejorando? ¿Dónde queda tu proyección de vida en Berlín?”

Su respuesta es que no lo sabe.

En el trabajo de acompañamiento terapéutico, y desde mi experiencia, hay un ingrediente fundamental:

PACIENCIA.

Respiré profundamente y me dije “paciencia Rafa, paciencia”.

Nos proponemos algo y solo hace falta que pasen un par de semanas para volver a olvidarnos de nosotros y estar de vuelta en la confusión, la neurosis y la pérdida de tiempo y energía. Hay que ser muy insistente y recordar mucho los propósitos que nos hacemos para no caer en la nube de la confusión y el sinsentido y esta es, en gran parte, mi función: recordarle al joven el rumbo que se había trazado hacia su bienestar, habiendo diagnosticado previamente las fallas y fortalezas de su sistema.

La conversación que tuvimos tuvo el efecto de recordar y en ese recuerdo encontró nuevamente centro.

Poner la casa patas arriba, aunque es legítimo, tiene un riesgo, y es que puede dar pie a querer huir de la realidad y adentrarte en la confusión. Está muy bien lo que sientes y lo que has vivido pero quizás la función de todo esto que has vivido es recordarte cuál es tu lugar actualmente, cuáles son tus compromisos y cómo seguir en ellos para crecer. Es permaneciendo en los compromisos y recordando lo que implican como se crece. Cambiarlo todo por un fuerte vendaval es sacrificar el trabajo hecho, y eso tiene un precio: neurosis y confusión, que además el cuerpo somatiza, incluso llegando a enfermar.

Por último, también reflexionamos que estos revolcones emocionales tienen, en gran parte, sus causas en dinámicas de reconocimiento y búsqueda de afecto que se originan en la infancia en la vida familiar.

La única manera de satisfacer la carencia es aceptarla y hacerme cargo de mi vida, con realismo que me viene dado por los compromisos que tomo. Permanecer, no huir, ahí está la clave aunque el ambiente postmoderno no invite mucho a esto, sino más bien al consumo de experiencias y deconstruirlo “todo” produciendo aquello que dice el refrán: a rio revuelto, ganancia de pescadores.

Cuanto menos permanezco, más volátil se convierte todo y, a la larga, mayor es la angustia existencial porque nada coge consistencia, nada coge realidad, todo es 

efímero y líquido; enfermedad asegurada, ventas aseguradas, sistema asegurado acosta de las personas.

 

Bueno, me estoy poniendo
bastante filósofo.
Hasta aquí llego por hoy.

Rafa Cortés; terapeuta juvenil
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