4 de enero de 2019
Otro tema a destacar en el proceso de empoderamiento es cómo nos hace sentir el empoderamiento, es decir, ¿qué nos aporta? Cuando das la oportunidad a los alumnos de decidir con quién quieren hacer un trabajo, con quién quieren sentarse a la mesa, los equipos de educación física, etc. nos encontramos con diferentes perfiles de alumnos. Algunos siempre quieren elegir. Por lo que puedo interpretar, les gusta elegir porque los hace sentir «poderosos», líderes,… A otros alumnos, sin embargo, el hecho de hacerlos escoger parece que los ponga «entre la espada y la pared». No les gusta y los hace sentir indefensos, suelen escoger al
azar y por obligación. Por último, están los alumnos indecisos o que no quieren escoger mostrando una pasividad ante la situación. Estos últimos, a veces realmente no son capaces de escoger nada porque consideran que todo les parece bien. La experiencia me dice, sin embargo, que estos alumnos que consideramos «neutros», una vez llegan a casa con quienes tienen más confianza, sí que se «quejan» o comentan las cosas que no les han gustado o les molestan.
Más allá de valorar qué perfiles son los más empoderados, me gustaría hacer hincapié en los que no son capaces de decidir por «indiferencia», pero que en casa cuentan con quién irían y con quién no y se llegan a quejarse de lo que les toca, incluso, cuando después de haberlos dejado escoger no han querido.
Este hecho, me hace pensar que en la capacidad de escoger interviene la confianza, ya que pienso que si en un contexto no lo hacen y en otros sí, una razón puede ser la confianza que tienen con los demás.
(…) Detrás de nuestras decisiones o comportamientos, se esconden muchos más argumentos de los que mostramos o hacemos visibles. Es importante aprender a ser conscientes para encontrar un poco más este bienestar personal que a veces nos hace sentir mal o que no somos capaces gestionar.