10 de diciembre 2018
¿Qué elementos potencializo y tengo en cuenta para qué los jóvenes se empoderen?
En primer lugar, hay que otorgar una visión crítica sobre la toxicidad de los mensajes externos que recibimos constantemente. En este sentido:
1) Doy herramientas para saber descifrar y discernir los mensajes que nos construyen, nos animan y nos empoderan v.s. los mensajes que nos destruyen y hacen temblar nuestro poder personal y, por tanto, la confianza en nosotros mismos/as.
2) Elaboro dinámicas para concienciar a cada joven que sólo él/ella es el/la responsable de cuidar de su poder personal o de ceder a los demás. Impulsar la responsabilidad personal es muy importante para no caer en el victimismo (por ejemplo: «como que la sociedad me hace creer eso de mí mismo/a, yo no creo en mí …») y fomentar el empoderamiento.
¿Qué nivel de incidencia tengo, puedo o quiero tener en los jóvenes?
El papel que juego es el de abrir la puerta para que el empoderamiento se produzca y acompañar a el/la joven en este proceso. Una técnica que me ayuda es la de ver el/la joven a través de la mirada empoderada, es decir, viendo su
poder, sus fortalezas y puntos fuertes. Si lo miro desde esta óptica auspicio el hecho de que el/la joven comience a ser consciente de su propio poder. Asumir o no el empoderamiento (y la responsabilidad que conlleva) está en manos de los/las jóvenes; yo sólo soy el elemento que «pica o abre la puerta y los acompaña».